Foro “Váyanse o los sacamos”
28 y 29 de marzo de 2009. Tampico, Tamps.
28 y 29 de marzo de 2009. Tampico, Tamps.
Juan Castro Soto
Compañeros de la otra campaña, público en general.
Estamos reunidos aquí porque nos interesa solucionar los problemas de nuestro México; porque estamos buscando soluciones alternativas al sistema social que nos han impuesto, que lejos de solucionar, lo agrava todo más y más. Ya ni los capitalistas pueden negar que el capitalismo ha sido un desastre; ha traído muchos productos, pero no una mejor sociedad, no mejores seres humanos; mucha cantidad, poca calidad, y pésima distribución de la riqueza.
Y la izquierda partidista se comporta igual o peor que la derecha. Porque nuestro sistema político es un sistema de derecha, hay que decirlo; no importa cómo se autodefinan los partidos y la clase política, todos se comportan igual, pues el molde ya está hecho para quien llegue al poder. Es todo el juego político lo que está equivocado, mañosamente llamado “democracia”. Porque la democracia es otra cosa, la verdadera democracia no puede ser de derecha, es de izquierda.
Estamos aquí para imaginar el 2010, con la esperanza de construir otra forma de hacer política, una que nos unifique y no que nos divida, desde abajo y a la izquierda, por un gobierno que mande obedeciendo. Porque sentimos la necesidad de organizarnos, de hacer algo para cambiar este sistema de muerte y de explotación, por eso estamos aquí.
Pero acaso a muchos de los presentes les acosen algunas preguntas: ¿Debemos hacerlo en contra de la ley?, ¿por la fuerza?, ¿tenemos que arriesgar algo?, ¿hasta dónde podría yo participar en algo así?, ¿qué realmente podemos hacer? Pues bien, en este foro tenemos la intención de salir con ideas más claras de lo que podríamos realizar hacia la coyuntura del 2010.
Debemos hacer un análisis nacional e internacional de la situación del país, revisar experiencias, analizar nuestras fuerzas y debilidades, nuestras oportunidades y amenazas. Definir estrategias, alianzas y acciones posibles, ése es nuestro cometido. Tal vez no podamos lograr todo esto en este foro de una manera acabada, pero podemos avanzarle, por algo tenemos que empezar.
EL TABÚ DE LA VIOLENCIA.- Después de esta breve introducción, quiero comenzar con un punto controversial: el tabú de la violencia. Siendo la violencia, parte sustantiva del ser humano y del resto de la naturaleza, nos han hecho creer que toda violencia es un pecado, que va contra la moral y la ética. La violencia prohibida al pueblo, pero llevada a todos los extremos por parte del gobierno, para sojuzgarnos, para proteger intereses particulares y arrebatar lo ajeno. La violencia está privatizada también, para los de arriba, y prohibida para los de abajo.
Los mexicanos debemos desobedecer esa prohibición, y pasar de la fuerza de la razón a la razón de la fuerza. Porque los de arriba no entienden razones, por eso rehúyen al diálogo y se imponen por la fuerza, sin importar los argumentos de por medio. Por eso, decía un gran personaje de nuestra revolución, Ricardo Flores Magón, que a la fuerza no se la vence con razones, a la fuerza se la vence con la fuerza. Porque no basta la inteligencia, ni basta tener la razón.
Es que, si la verdad y la justicia no se imponen en los hechos, sólo son un juego de palabras. El único modo de que nosotros como pueblo podamos cambiar nuestra situación de postración ante los poderosos, es demostrar, con inteligencia, que somos más fuertes que los de arriba. Y que también tenemos otro derecho prohibido, el derecho a encabronarnos.
Hoy, la ira de los franceses aflora en sus demandas por una mejor Francia, en el primer mundo. Ante la protección a los banqueros, la ira de los estadounidenses surge también allá, en la primera potencia bélica. En Argentina, la gente sale a las calles y a punta de cacerolazos derroca varios presidentes. En Bolivia, la gente se levanta y echa afuera las transnacionales. Y en México, donde los fraudes rebasan a Estados Unidos, donde la pobreza rebasa muchísimo a Francia, ¿cuándo vamos a despertar los mexicanos? Claro, no estamos en igual situación, ni en la misma
geografía, y eso también es parte de lo que debemos analizar en este foro. Pero si no hay ira, si no hay indignación, no habrá revolución.
No nos debe importar que nos llamen violentos. De por sí, todo lo que hagamos en contra de este sistema será llamado violento. Y lo será de verdad. Pero tenemos que romper el Tabú de la Violencia, y caer en la cuenta de que no podemos esperar un cambio pacífico, color de rosa o sin dolor, porque si queremos un verdadero cambio, no se va a dar de ese modo.
VENCER EL MIEDO.- Como en tiempos de la independencia y de la revolución, para muchos mexicanos cada vez hay menos cosas por las que vale la pena vivir y morir, la vida está muy devaluada, es triste, de mala calidad, y está llena de temor. El valor de la vida es tan relativo, que muchos seres vivos en ocasiones prefieren morir, o no reproducirse, o suicidarse. Pero también, en aquellos tiempos mucha gente encontró más valiosa una vida que luchara por la libertad, y valoró más una muerte de pie que una vida de rodillas. Se dieron cuenta que la vida que querían
conservar no valía la pena, y encontraron más valioso arriesgarse por una vida verdaderamente humana, lo encontraron más digno, más apasionante, ¡y más sensato! Y eso les dio valor.
Hoy, al igual que ayer, muchos estamos secuestrados por el miedo. No nos atrevemos a manifestarnos. No nos atrevemos a la más mínima desobediencia civil. Tenemos miedo a perder el trabajo, miedo a no poder pagar cotidianamente la vida, nuestras deudas, porque todo lo obtuvimos a crédito, no nos alcanzó para más. Miedo al que dirán. Miedo a ser reprimidos, torturados, muertos. Miedo a ser encarcelado. Miedo a que cualquier miembro de nuestra familia pueda ser violado, desparecido, mutilado, asesinado.
En efecto, el miedo tiene paralizado al país, sin embargo, ya lo estamos perdiendo aquí, porque sepan ustedes que otros no se atrevieron a venir a este foro. Porque el miedo también se pierde metiéndose a la lucha. Y si se está dispuesto a lo peor, creo que se vencen muchos obstáculos. Patria libre o morir, decían los cubanos, y vencieron al invencible Batista, se hicieron independientes. Por eso, hoy como ayer, en México como en Cuba, vencer el miedo puede ser la mejor arma del pueblo. En cambio, el miedo también huele y hace valiente al tirano.
Pero tenemos que arrebatarles el país en una acción rápida. No podemos tomar el largo camino de las FARC, de estirones y jaloneos, porque vamos a desgarrar al país más de lo que ya está. Y habrá que programar acciones para distintos niveles de compromiso, porque no todos pueden lo mismo por distintas razones.
DESOBEDIENCIA CIVIL.- Quiero, pues, invitarles a que comencemos a desobedecer al tirano, a desobedecer el orden establecido de injusticias. Yo les invitaría a plantear un escenario de desobediencia civil a nivel nacional, desde ahora. A desobedecer las leyes que nos han impuesto desde arriba. Porque así está diseñado este sistema político que llaman “democracia”, para que no participe el pueblo, para que no se haga lo que el pueblo quiere; porque el pueblo quiere que no haya injusticias ni pobreza, que no haya privilegios; una paz verdadera.
¿Y qué es todo eso que nos han impuesto? Es la esclavitud del obrero frente a un patrón. La esclavitud de los créditos, de los pagos chiquitos. La esclavitud frente al desempleo. Son los impuestos a todo lo que se mueva, porque ya vendieron todo lo que generaba ingresos al país, y ahora sólo les quedan nuestros agujerados bolsillos para pagar sus descomunales sueldos, para sacar adelante la economía nacional.
Para la gran transformación social que aquí pretendemos, no es mucho lo que estamos proponiendo. En gran parte, la desobediencia civil se trata de no hacer: No votes. No les pagues. No pagues tus deudas en las tiendas departamentales; no les pagues a los bancos; no pagues impuestos; no pagues las multas; si tienes auto, no pagues tenencia. No tengamos escrúpulos de estar faltando a la ética, porque nos han hecho ética la injusticia y el robo legalizado. Es que mucho nos han robado ya a los mexicanos. Antes bien, nosotros se las vamos a cobrar, y nos
la van a pagar. La desobediencia es un riesgo, desde luego, sobre todo si sólo unos cuantos
participan. Pero vale la pena tener confianza en la desobediencia civil. Esta desobediencia es lo que más teme el poderoso. Por eso, antes se adelantan a hacer ellos lo que pretendemos que permitir la desobediencia, porque eso significa perder el poder… se puede prever que ya estarán programando desde arriba muchas reformas y apoyos para el 2010, a fin de contener la ira popular. No les demos oportunidad de ello.
ULTIMÁTUM 2010.- Pero la desobediencia ciudadana tampoco es suficiente. ¿Cómo podemos derribar este sistema?, ¿dónde está la piedra angular? ¿Donde le tenemos que mover para que se caiga todo este aparato económico y político que han construido? Para que se acabe de derrumbar todo. ¿Cuáles son los pilares, las columnas principales?... ¿Es el sistema bancario?, ¿la propiedad de los medios de producción?, ¿el control ideológico, el manejo de la información, Televisa, TV Azteca, la radio?, ¿acaso las leyes?, ¿las instituciones de gobierno?,
¿la cámara de diputados?, ¿Los Pinos?, ¿la Suprema Corte de Injusticias?, ¿el Banco de México?... Todo eso que dice el documento base de este encuentro, es necesario, pero hay algo más que no dice, que es donde está precisamente la base del sistema: esto es, las personas que lo sostienen, tanto la clase política como la clase capitalista que maneja el poder. Porque el sistema capitalista no es manejado por el azar ni llegó del cielo: son personas concretas, con nombre y apellido, quienes lo han ido diseñando, lo alimentan y sostienen. Los pilares del sistema capitalista no son sus instituciones, sino sus personas, sus capitalistas.
En efecto, mucho hay por reconstruir en México, pero antes hay que quitar lo que nos estorba, centrando nuestros esfuerzos arriba, a la derecha: en el derrocamiento del gobierno federal, esa clase política en el poder que sólo ha desarrollado su propio beneficio; ahí está la cabeza de la serpiente, y en los grandes capitalistas nacionales y transnacionales que nos han invadido para llevarse el trabajo y la riqueza nacional. Hay que quitarlos, porque ellos no se van a quitar ni van a dejar sus privilegios por propia voluntad.
Vamos a llamar a la gente a levantarse, a sacudirnos las rodillas. A tomar el poder en manos del pueblo. Vamos a avisarles arriba que vayan haciendo sus maletas, porque en el 2010 les vamos a arrebatar el país que nos tienen secuestrado. Que salga de este foro un ultimátum para todos esos. Que sepan que vamos a ir tras ellos, que los vamos a perseguir, porque el pueblo también tiene su propia lista y ahora les toca a ellos estar en las cárceles, son los que deben estar ahí. Vaya, tiene que haber “cacería de brujas” como parte del programa del 2010. No podemos atrincherarnos en la sola toma de los espacios públicos, eso no basta, hay que ir siempre hacia adelante, persiguiéndolos, hasta que se vayan o hasta que los alcance la justicia popular. Ahí está la lista ya, hecha por la propia historia, ahora hay que ponerla en el papel y difundirla, para que se le dé cumplimiento.
Pero esta lucha contra el gobierno federal, requiere articularnos imprescindiblemente con la capital de la república. Es la necesidad de pensar en acciones bien concertadas a nivel nacional, pues de poco servirán acciones locales aisladas. Propondría a los compañeros que nos visitan desde allá, que busquemos la posibilidad de reproducir este foro en el DF, lo antes posible, sometiendo a discusión con otras organizaciones y colectivos los resultados que aquí se obtengan, y para que se escuchen otras propuestas hacia el 2010. Decía el poeta y libertador cubano, José Martí, los derechos no se piden ni se mendigan, se toman, se arrebatan. También dicen los compañeros zapatistas, no necesitamos pedir permiso para ser libres.
Es todo, compañeros, gracias.
Estamos reunidos aquí porque nos interesa solucionar los problemas de nuestro México; porque estamos buscando soluciones alternativas al sistema social que nos han impuesto, que lejos de solucionar, lo agrava todo más y más. Ya ni los capitalistas pueden negar que el capitalismo ha sido un desastre; ha traído muchos productos, pero no una mejor sociedad, no mejores seres humanos; mucha cantidad, poca calidad, y pésima distribución de la riqueza.
Y la izquierda partidista se comporta igual o peor que la derecha. Porque nuestro sistema político es un sistema de derecha, hay que decirlo; no importa cómo se autodefinan los partidos y la clase política, todos se comportan igual, pues el molde ya está hecho para quien llegue al poder. Es todo el juego político lo que está equivocado, mañosamente llamado “democracia”. Porque la democracia es otra cosa, la verdadera democracia no puede ser de derecha, es de izquierda.
Estamos aquí para imaginar el 2010, con la esperanza de construir otra forma de hacer política, una que nos unifique y no que nos divida, desde abajo y a la izquierda, por un gobierno que mande obedeciendo. Porque sentimos la necesidad de organizarnos, de hacer algo para cambiar este sistema de muerte y de explotación, por eso estamos aquí.
Pero acaso a muchos de los presentes les acosen algunas preguntas: ¿Debemos hacerlo en contra de la ley?, ¿por la fuerza?, ¿tenemos que arriesgar algo?, ¿hasta dónde podría yo participar en algo así?, ¿qué realmente podemos hacer? Pues bien, en este foro tenemos la intención de salir con ideas más claras de lo que podríamos realizar hacia la coyuntura del 2010.
Debemos hacer un análisis nacional e internacional de la situación del país, revisar experiencias, analizar nuestras fuerzas y debilidades, nuestras oportunidades y amenazas. Definir estrategias, alianzas y acciones posibles, ése es nuestro cometido. Tal vez no podamos lograr todo esto en este foro de una manera acabada, pero podemos avanzarle, por algo tenemos que empezar.
EL TABÚ DE LA VIOLENCIA.- Después de esta breve introducción, quiero comenzar con un punto controversial: el tabú de la violencia. Siendo la violencia, parte sustantiva del ser humano y del resto de la naturaleza, nos han hecho creer que toda violencia es un pecado, que va contra la moral y la ética. La violencia prohibida al pueblo, pero llevada a todos los extremos por parte del gobierno, para sojuzgarnos, para proteger intereses particulares y arrebatar lo ajeno. La violencia está privatizada también, para los de arriba, y prohibida para los de abajo.
Los mexicanos debemos desobedecer esa prohibición, y pasar de la fuerza de la razón a la razón de la fuerza. Porque los de arriba no entienden razones, por eso rehúyen al diálogo y se imponen por la fuerza, sin importar los argumentos de por medio. Por eso, decía un gran personaje de nuestra revolución, Ricardo Flores Magón, que a la fuerza no se la vence con razones, a la fuerza se la vence con la fuerza. Porque no basta la inteligencia, ni basta tener la razón.
Es que, si la verdad y la justicia no se imponen en los hechos, sólo son un juego de palabras. El único modo de que nosotros como pueblo podamos cambiar nuestra situación de postración ante los poderosos, es demostrar, con inteligencia, que somos más fuertes que los de arriba. Y que también tenemos otro derecho prohibido, el derecho a encabronarnos.
Hoy, la ira de los franceses aflora en sus demandas por una mejor Francia, en el primer mundo. Ante la protección a los banqueros, la ira de los estadounidenses surge también allá, en la primera potencia bélica. En Argentina, la gente sale a las calles y a punta de cacerolazos derroca varios presidentes. En Bolivia, la gente se levanta y echa afuera las transnacionales. Y en México, donde los fraudes rebasan a Estados Unidos, donde la pobreza rebasa muchísimo a Francia, ¿cuándo vamos a despertar los mexicanos? Claro, no estamos en igual situación, ni en la misma
geografía, y eso también es parte de lo que debemos analizar en este foro. Pero si no hay ira, si no hay indignación, no habrá revolución.
No nos debe importar que nos llamen violentos. De por sí, todo lo que hagamos en contra de este sistema será llamado violento. Y lo será de verdad. Pero tenemos que romper el Tabú de la Violencia, y caer en la cuenta de que no podemos esperar un cambio pacífico, color de rosa o sin dolor, porque si queremos un verdadero cambio, no se va a dar de ese modo.
VENCER EL MIEDO.- Como en tiempos de la independencia y de la revolución, para muchos mexicanos cada vez hay menos cosas por las que vale la pena vivir y morir, la vida está muy devaluada, es triste, de mala calidad, y está llena de temor. El valor de la vida es tan relativo, que muchos seres vivos en ocasiones prefieren morir, o no reproducirse, o suicidarse. Pero también, en aquellos tiempos mucha gente encontró más valiosa una vida que luchara por la libertad, y valoró más una muerte de pie que una vida de rodillas. Se dieron cuenta que la vida que querían
conservar no valía la pena, y encontraron más valioso arriesgarse por una vida verdaderamente humana, lo encontraron más digno, más apasionante, ¡y más sensato! Y eso les dio valor.
Hoy, al igual que ayer, muchos estamos secuestrados por el miedo. No nos atrevemos a manifestarnos. No nos atrevemos a la más mínima desobediencia civil. Tenemos miedo a perder el trabajo, miedo a no poder pagar cotidianamente la vida, nuestras deudas, porque todo lo obtuvimos a crédito, no nos alcanzó para más. Miedo al que dirán. Miedo a ser reprimidos, torturados, muertos. Miedo a ser encarcelado. Miedo a que cualquier miembro de nuestra familia pueda ser violado, desparecido, mutilado, asesinado.
En efecto, el miedo tiene paralizado al país, sin embargo, ya lo estamos perdiendo aquí, porque sepan ustedes que otros no se atrevieron a venir a este foro. Porque el miedo también se pierde metiéndose a la lucha. Y si se está dispuesto a lo peor, creo que se vencen muchos obstáculos. Patria libre o morir, decían los cubanos, y vencieron al invencible Batista, se hicieron independientes. Por eso, hoy como ayer, en México como en Cuba, vencer el miedo puede ser la mejor arma del pueblo. En cambio, el miedo también huele y hace valiente al tirano.
Pero tenemos que arrebatarles el país en una acción rápida. No podemos tomar el largo camino de las FARC, de estirones y jaloneos, porque vamos a desgarrar al país más de lo que ya está. Y habrá que programar acciones para distintos niveles de compromiso, porque no todos pueden lo mismo por distintas razones.
DESOBEDIENCIA CIVIL.- Quiero, pues, invitarles a que comencemos a desobedecer al tirano, a desobedecer el orden establecido de injusticias. Yo les invitaría a plantear un escenario de desobediencia civil a nivel nacional, desde ahora. A desobedecer las leyes que nos han impuesto desde arriba. Porque así está diseñado este sistema político que llaman “democracia”, para que no participe el pueblo, para que no se haga lo que el pueblo quiere; porque el pueblo quiere que no haya injusticias ni pobreza, que no haya privilegios; una paz verdadera.
¿Y qué es todo eso que nos han impuesto? Es la esclavitud del obrero frente a un patrón. La esclavitud de los créditos, de los pagos chiquitos. La esclavitud frente al desempleo. Son los impuestos a todo lo que se mueva, porque ya vendieron todo lo que generaba ingresos al país, y ahora sólo les quedan nuestros agujerados bolsillos para pagar sus descomunales sueldos, para sacar adelante la economía nacional.
Para la gran transformación social que aquí pretendemos, no es mucho lo que estamos proponiendo. En gran parte, la desobediencia civil se trata de no hacer: No votes. No les pagues. No pagues tus deudas en las tiendas departamentales; no les pagues a los bancos; no pagues impuestos; no pagues las multas; si tienes auto, no pagues tenencia. No tengamos escrúpulos de estar faltando a la ética, porque nos han hecho ética la injusticia y el robo legalizado. Es que mucho nos han robado ya a los mexicanos. Antes bien, nosotros se las vamos a cobrar, y nos
la van a pagar. La desobediencia es un riesgo, desde luego, sobre todo si sólo unos cuantos
participan. Pero vale la pena tener confianza en la desobediencia civil. Esta desobediencia es lo que más teme el poderoso. Por eso, antes se adelantan a hacer ellos lo que pretendemos que permitir la desobediencia, porque eso significa perder el poder… se puede prever que ya estarán programando desde arriba muchas reformas y apoyos para el 2010, a fin de contener la ira popular. No les demos oportunidad de ello.
ULTIMÁTUM 2010.- Pero la desobediencia ciudadana tampoco es suficiente. ¿Cómo podemos derribar este sistema?, ¿dónde está la piedra angular? ¿Donde le tenemos que mover para que se caiga todo este aparato económico y político que han construido? Para que se acabe de derrumbar todo. ¿Cuáles son los pilares, las columnas principales?... ¿Es el sistema bancario?, ¿la propiedad de los medios de producción?, ¿el control ideológico, el manejo de la información, Televisa, TV Azteca, la radio?, ¿acaso las leyes?, ¿las instituciones de gobierno?,
¿la cámara de diputados?, ¿Los Pinos?, ¿la Suprema Corte de Injusticias?, ¿el Banco de México?... Todo eso que dice el documento base de este encuentro, es necesario, pero hay algo más que no dice, que es donde está precisamente la base del sistema: esto es, las personas que lo sostienen, tanto la clase política como la clase capitalista que maneja el poder. Porque el sistema capitalista no es manejado por el azar ni llegó del cielo: son personas concretas, con nombre y apellido, quienes lo han ido diseñando, lo alimentan y sostienen. Los pilares del sistema capitalista no son sus instituciones, sino sus personas, sus capitalistas.
En efecto, mucho hay por reconstruir en México, pero antes hay que quitar lo que nos estorba, centrando nuestros esfuerzos arriba, a la derecha: en el derrocamiento del gobierno federal, esa clase política en el poder que sólo ha desarrollado su propio beneficio; ahí está la cabeza de la serpiente, y en los grandes capitalistas nacionales y transnacionales que nos han invadido para llevarse el trabajo y la riqueza nacional. Hay que quitarlos, porque ellos no se van a quitar ni van a dejar sus privilegios por propia voluntad.
Vamos a llamar a la gente a levantarse, a sacudirnos las rodillas. A tomar el poder en manos del pueblo. Vamos a avisarles arriba que vayan haciendo sus maletas, porque en el 2010 les vamos a arrebatar el país que nos tienen secuestrado. Que salga de este foro un ultimátum para todos esos. Que sepan que vamos a ir tras ellos, que los vamos a perseguir, porque el pueblo también tiene su propia lista y ahora les toca a ellos estar en las cárceles, son los que deben estar ahí. Vaya, tiene que haber “cacería de brujas” como parte del programa del 2010. No podemos atrincherarnos en la sola toma de los espacios públicos, eso no basta, hay que ir siempre hacia adelante, persiguiéndolos, hasta que se vayan o hasta que los alcance la justicia popular. Ahí está la lista ya, hecha por la propia historia, ahora hay que ponerla en el papel y difundirla, para que se le dé cumplimiento.
Pero esta lucha contra el gobierno federal, requiere articularnos imprescindiblemente con la capital de la república. Es la necesidad de pensar en acciones bien concertadas a nivel nacional, pues de poco servirán acciones locales aisladas. Propondría a los compañeros que nos visitan desde allá, que busquemos la posibilidad de reproducir este foro en el DF, lo antes posible, sometiendo a discusión con otras organizaciones y colectivos los resultados que aquí se obtengan, y para que se escuchen otras propuestas hacia el 2010. Decía el poeta y libertador cubano, José Martí, los derechos no se piden ni se mendigan, se toman, se arrebatan. También dicen los compañeros zapatistas, no necesitamos pedir permiso para ser libres.
Es todo, compañeros, gracias.
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